Historia.
Este reino formaba parte de la antigua organización de Tenerife en tiempos prehispánicos. Su mencey, Pelinor, se caracterizó por su fidelidad al primer Adelantado de Canarias, el conquistador castellano don Alonso Fernández de Lugo; consiguió el tratamiento de don y se bautizó con el nombre de Diego. Obtuvo, aparte de otras tierras, algunas en su antiguo reino.
Su autoridad se vio sustituida por la del rey, aunque el poder recayó por delegación en los Marqueses de Adeje; ya desde el siglo XVII se convirtieron en los auténticos dueños. Poseían la riqueza económica (tierras, aguas y un ingenio de azúcar) y toda la administración recaía en sus personas. Los Ponte, familia que detentaba el marquesado, fueron, además, condes de la Gomera y señores de parte de la isla del Hierro. Obtuvieron por cédula de 2 de mayo de 1555, autorización para construir una casa fuerte, aunque su petición de convertir Adeje en señorío jurisdiccional no llegó hasta 1655.
La iglesia de Santa Ursula fue comenzada a principios del siglo XVI, de una sola nave que luego llegó a constituir el actual templo. Los franciscanos fundaron un convento en el siglo XVII que fue centro de enseñanza superior con internado de alumnos.
La población de Adeje ha sido testigo presencial de impresionantes cambios históricos. De ser un pueblo eminentemente agrícola y pescador, sostén de un modelo de vida tradicional, ha pasado a ser el turismo la principal actividad económica, siendo el sector servicios el que emplea a gran parte de la población en edad laboral.
Lugares de Interés Histórico
Antigua Ermita de la Encarnación. Hoy Ermita de San Sebastián.
Ermita de la Concepción